El concepto Oil-Free se asocia con productos cosméticos para pieles mixtas, grasas o aquellas personas que no gustan de un aspecto o tacto oleoso en la piel.
Esta idea está muy relacionada con los aceites minerales (derivados del petróleo) que quedan en la superficie de la piel, son oclusivos -no la dejan transpirar correctamente provocando impurezas, irritaciones, granos- y le dan un aspecto con brillos.
Cuando hablamos de aceites vegetales, especialmente ecológicos, de primera presión en frío y con un alto porcentaje de ácidos grasos polinsaturados -Omegas-, la absorción es rápida puesto que son similares en composición al cemento intracelular. El tacto es seco y agradable, nada oleoso, son nutritivos, protectores, equilibrantes y ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro.
La cantidad a utilizar es muy pequeña, un par de gotas para rostro y escote. Pueden utilizarse solos por su gran potencia de bioactivos o combinados con otros cosméticos para potenciar sus efectos. Constituyen una gran sinergia combinados con hidrolatos o aguas florales.
Como puedes reconocer un buen aceite facial? Sabemos que no es fácil interpretar la lista de ingredientes. Puedes apoyarte en los sellos fiables de cosmética ecológica certificada(1) puesto que se verifica que no contiene aceites minerales, no estén testadas en animales, estén libres de organismos modificados genéticamente (OGM), nanotecnología o irradiación y todos los procesos sean lo más sostenibles posible.
Los aceites faciales utilizados por Maison Karité (Moringa, Pepita de Higo Chumbo, Hibiscus, Baobab, Datilero del Desierto, Buriti, Argán, Manteca de Karité) son salvajes, ecológicos en la medida de lo posible, de primera presión en frío y elaborados por cooperativas o pequeños productores en permacultura.
1. Información obtenida de la Norma bio.vidasana certificada por bio.inspecta bajo la cual están certificados los productos de Maison Karité